Las expectativas están cambiando. Los empleados quieren formas más sencillas de trabajar, los clientes esperan un servicio más rápido, más personalizado y más económico, y las empresas necesitan escalar, reducir costos y utilizar datos para tomar decisiones más inteligentes en tiempo real.
Para satisfacer estas necesidades, las empresas deben conectar la gestión de servicios directamente con sus objetivos empresariales, con la reducción de costos y la eficiencia operativa a la vanguardia. La gestión de servicios ya no puede ser solo una función de la oficina central, debe convertirse en un motor proactivo que impulse el crecimiento, la agilidad y los resultados medibles en toda la organización.
Pero esa conexión se está debilitando. A medida que el IA, la automatización y las nuevas herramientas de interacción aceleran el cambio, la gestión de servicios a menudo se queda atrás. Este desajuste conduce a costes más altos, menor calidad del servicio e ineficiencias que ralentizan el progreso. Los equipos se ven arrastrados al modo apagar fuegos, gestionando los síntomas en lugar de resolver las causas fundamentales, desperdiciando tiempo y perdiendo oportunidades para mejorar el valor y el rendimiento.
Y mientras la empresa avanza, la gestión de servicios no siempre está al día. Esta desconexión conduce a retrasos, incrementa los costes y ralentiza el servicio. Los equipos se atascan solucionando problemas en lugar de impulsar el progreso. Los empleados se enfrentan a procesos manuales y los clientes experimentan un soporte inconsistente y más lento. Con cada cambio, la brecha entre la gestión de servicios y los objetivos empresariales se amplía.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas cerrar esa brecha y garantizar que la gestión de servicios impulse el cambio en lugar de quedarse atrás?
La respuesta es Value Adoption Services (VAS): un enfoque claro y estructurado que vincula la gestión de servicios a los objetivos del negocio digital. VAS reemplaza las correcciones reactivas con un modelo basado en datos que utiliza información valiosa, cuadros de puntuación estructuradas y mejores prácticas para identificar dónde enfocar y cómo impulsar el crecimiento, la eficiencia y la excelencia operativa. Cada mejora es medible, consistente y alineada con los resultados empresariales.
Cómo funciona
Perspectivas basadas en datos y análisis de IA
Utilizamos diagnósticos basados en datos y Análisis de IA para descubrir ineficiencias, oportunidades de automatización y brechas de experiencia. El rendimiento se compara con el de empresas similares y estándares de la industria, creando una línea de referencia clara y un contexto competitivo para priorizar las mejoras.


Alinear con los objetivos empresariales
Las perspectivas alinian directamente con las prioridades empresariales, ya sea crecimiento, productividad, eficiencia, resiliencia, experiencia del cliente o del empleado, o cumplimiento normativo. Esto garantiza que cada iniciativa impulse un impacto medible donde la empresa más lo necesita.

Crear hojas de ruta claras
Con las prioridades establecidas, una hoja de ruta estructurada divide las iniciativas en fases manejables, secuencia victorias rápidas y objetivos a largo plazo. Esto fomenta la agilidad, asegura el patrocinio ejecutivo y permite una planificación de inversiones enfocada.

Comparar y realizar un seguimiento del progreso
Cuadros de control impulsados por IA para realizar un seguimiento del rendimiento y medir la madurez, garantizando la mejora continua.
Ejecución enfocada
La ejecución está estrictamente gobernada y está orientada a los resultados. Los equipos expertos gestionan la entrega, los riesgos y la optimización, garantizando un despliegue disciplinado y un impacto empresarial medible.
Revisión continua
Las revisiones periódicas refinan la estrategia en función de los resultados, los cambios del mercado y las nuevas prioridades, garantizando la mejora continua, el impacto sostenido y la alineación con las necesidades empresariales en evolución.